Para trabajar la escritura vamos a llevarnos a casa el diario de nuestra mascota: Pizzi.
Pizzi es un tamagochi que necesita comida, dormir, que le limpien... Así que a la vez que nos hacemos responsables de algo que es de todos, cultivamos con mucho mimo nuestra manera de escribir.
Cada día iré eligiendo a un niño o niña de clase que muestre buen comportamiento, puesto que tiene que cuidar de nuestra mascota, y ese día (puede estar en casa dos o tres días) escribirá lo que haga con Pizzi. No hace falta que sea mucho, pero sí que las oraciones estén escritas con buena letra y coherencia.
¡Estoy deseando ver las nuevas aventuras de Pizzi! Esas aventuras las leeremos en clase e iremos haciendo partícipes a todos nuestros peques de cómo la imaginación nos puede hacer vivir historias maravillosas a través de nuestras palabras.
¡Un saludo!
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